Las aguas residuales de la planta de Girona tienen sus propias propiedades únicas, como la abundancia de amonio y fosfato. Hemos implementado un método innovador para que estas aguas residuales de difícil tratamiento se conviertan en un recurso sostenible para los fertilizantes. El proceso utiliza los nutrientes presentes en las aguas residuales. Nuestros tres reactores discontinuos paralelos pueden producir cinco toneladas diarias de estruvita, un fertilizante de liberación lenta.»